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Guía de nuevos materiales constructivos

Si quieres realizar alguna reforma en tu vivienda o construirte tu propia casa, en este manual te informamos de los nuevos materiales de construcción que están saliendo en el mercado. Muchos de ellos mejoran las prestaciones de los tradicionales, abaratan los costes y son más respetuosos con el medio ambiente.

¿Cuáles son los principales avances que se han producido en lo que se refiere a los materiales de construcción?

Los principales avances se han logrado en el transcurso de la búsqueda de dos objetivos: abaratar los costes y tratar de minimizar el impacto en la naturaleza. Así, han aparecido materiales sintéticos, que duran más tiempo y no necesitan un mantenimiento permanente, hormigones de altas prestaciones, composites de un rendimiento muy superior al que conocíamos, o maderas, vidrios y metales más resistentes, ligeros y funcionales. Además, están los materiales nanoestructurados que, aunque de momento no se fabrican a gran escala, ya se aplican en algunos campos y presentan un elevadísimo potencial.

¿En qué consisten esos materiales nanoestructurados?

Es un concepto complejo, que requiere una serie conocimientos profundos sobre física molecular, pero podemos definirlos como materiales cuya estructura ha sido alterada a nivel nanométrico para obtener de ellos unas propiedades que hasta hoy eran imposibles.

Los materiales que hemos estado empleando hasta ahora tienen un ‘tamaño de grano’ que puede ser de unos pocos micrómetros o de cientos de miles de milímetros, y además, cada grano contiene billones y billones de átomos. Pues bien, estos nuevos materiales tienen un ‘tamaño de grano’ nanométrico (1 metro = 1.000 milímetros = 1.000.000.000 nanómetros). Así, sus granos son entre cien y mil veces más pequeños, y contienen un 0,001% de átomos. Esto conduce a la fabricación de películas increíblemente delgadas, o polvos tremendamente finos.

¿Cómo ha evolucionado el clásico hormigón en los últimos años?

El mayor avance en este campo es el del hormigón de altas prestaciones. Se trata de un tipo de hormigón con cualidades que mejoran su comportamiento en diferentes facetas con respecto a un hormigón tradicional. Para ello, incorporan en su formulado una serie de aditivos, que pueden variar dependiendo de las necesidades del constructor, y que le proporcionan unas propiedades que lo diferencian del resto. Estos hormigones tienen un mejor comportamiento en fresco, lo que repercute en su trabajabilidad y colocación en obra, así como un mejor comportamiento también en estado endurecido, como pueden ser su ductilidad, su resistencia a compresión o a flexión, ampliando las ya de por sí importantes aplicaciones del hormigón.

También encontramos el hormigón de alta resistencia. Esta es la denominación con la que se conoce a los hormigones cuya resistencia característica a compresión en probeta cilíndrica de 15 por 30 cm sea superior a los 50 y hasta los 100 MPa. Su vida útil es de hasta tres veces más que la de otros hormigones, favorece el desarrollo sostenible, acorta los tiempos de ejecución, requiere un menor mantenimiento y permite reducir la sección de los pilares.

¿Ocurre lo mismo con los tradicionales ladrillos?

Efectivamente. Igual que ocurre con otros materiales tradicionales, los ladrillos han sufrido una auténtica revolución, con el objeto de convertirlos en elementos más duraderos, baratos y sostenibles. De hecho, recientemente ha llegado al mercado la última generación de ladrillos, fabricados con la más alta tecnología y resistencia para la construcción de viviendas sostenibles. Recibe el nombre de Klimablock, y existe desde hace algo más de una década, pero ha sido ahora cuando se han mejorado sus propiedades y se ha lanzado al mercado como un producto nuevo. Está diseñado con celdas hexagonales que producen un óptimo aislamiento térmico, una adaptabilidad nunca vista hasta la fecha y una resistencia tal que pueden soportar enormes cargas sin estructura de hormigón. Optimiza los tiempos de trabajo en la obra y su elevada calidad permite unos acabados muy superiores a los ladrillos convencionales.

¿Se ha avanzado también en la fabricación de nuevos materiales constructivos para el interior de las viviendas?

En este ámbito, los dos avances más notables son la llamada “madera de PVC” y el fibrocemento. En el primer caso, la madera de cloruro de polivinilo celular mantiene su forma y no necesita pintarse jamás. Los paneles construidos con este material duran más y requieren menos mantenimiento, ya que no se expanden y contraen como la madera, ni tampoco se curvan, dividen o pudren. Por su parte, el fibrocemento ofrece beneficios similares a otros productos sintéticos, a la vez que ofrece una amplia variedad de acabados. Puede llegar a tener, incluso, una apariencia.

¿En qué líneas de investigación se ha trabajado para mejorar el vidrio y el cristal?

Principalmente, se han seguido dos líneas de investigación: en primer lugar, el cristal antibacteriano, que elimina los microorganismos tan pronto como entran en contacto con su superficie. La acción antibacteriana del vidrio se basa en la plata, que a lo largo de la historia ha demostrado ser un metal que repelía a bacterias y microbios, y mantenía sanos a quienes, por ejemplo, comían en platos fabricados en este material en vez de en otros menos nobles. El proceso de elaboración de este cristal comprende la difusión de iones de plata en las capas superiores del vidrio; los iones interactúan con las bacterias y las destruyen desactivando su metabolismo y alterando su mecanismo de división.

En segundo lugar, la gama de cristales basados en la polarización y fortalecimiento de su estructura molecular, dentro de la cual encontramos los que son imposibles de rayar, los que evitan cualquier tipo de reflejo de la luz solar, las nuevas generaciones de cristales blindados o los cristales antideslizantes.

¿Cómo es posible que se haya hecho evolucionar la madera, tratándose de una materia prima tradicional, extraída de los árboles?

La madera es y seguirá siendo un producto natural, pero recientemente se han ido imponiendo algunas opciones alternativas, que no solo presentan unas propiedades iguales o mejores, sino que además son respetuosas con el medio ambiente. Por ejemplo, está la llamada madera FSC, que ha sido certificada por el Forest Stewardship Council, y así se garantiza que ha sido tratada con una cantidad mínima de productos químicos y que ningún bosque natural ha sido arrasado para obtenerla. Es un poco más cara que la madera tradicional, pero de mejor calidad.

También encontramos las tablas de fibra de densidad media (MDF), fabricadas a partir de serrín comprimido con resina y especialmente recomendadas para molduras y puertas interiores. Por último, destacan las tablas con hilos orientados (OSB), también muy respetuosas con el medio ambiente y que constituyen una magnífica alternativa a la madera contrachapada. Cada vez es más común su empleo como vigas en la construcción de casas nuevas.

¿Se ha intentado en algún momento reutilizar o reciclar materiales de construcción?

Así es. Con mayor o menor acierto, se han empleado materiales ya utilizados en la construcción de nuevos inmuebles. La crisis económica, especialmente grave en el sector de la construcción –al menos en España- no ha contribuido a que se mantuviera una línea constante de investigación. No obstante, desde un punto de vista medioambiental, la incorporación de residuos en materiales de construcción presenta numerosos aspectos positivos. Por ejemplo, se prolonga la vida útil de los espacios de vertido, se ahorra en el consumo de materiales vírgenes o importados, y desciende el consumo energético asociado a la fabricación de productos. Asimismo, esta técnica contribuye a preservar los espacios naturales, ya que hay una menor necesidad de explotación de recursos minerales.

En paralelo a lo anterior, también se genera una salida para los residuos procedentes de la construcción o demolición de edificios e infraestructuras, que volumétricamente representan la mayor fuente de residuos industriales generada por un país desarrollado (en torno a 450 kg por habitante y año).

¿Qué otros residuos se han empleado para fabricar nuevos materiales?

Otro de los residuos industriales con aplicaciones en el campo de la construcción es el caucho procedente de neumáticos fuera de uso. Actualmente en España un 80% de estos neumáticos (un total de 200.000 toneladas) se depositan en vertedero (40% en vertederos ilegales), un 3% (7.500 toneladas) se valorizan energéticamente, y solo un 1% (2.500 toneladas) se recicla añadiéndolo triturado en hormigones para base de carreteras, en relleno de terrenos y en pavimentos asfálticos. Pero, lamentablemente, estas aplicaciones no suponen un volumen alto de reutilización.

Sin embargo, desde hace un par de años se está empezando a utilizar un mortero de cemento aligerado con caucho, que sustituya a los morteros de cemento aligerados que se están utilizando en la actualidad en España con arcilla expandida. Está previsto que este mortero tenga valiosas aplicaciones como material de relleno en recrecidos de forjados, pendientes en azoteas, etc.

¿Significa todo esto que los materiales tradicionales irán desapareciendo paulatinamente?

No, en absoluto. Los materiales que siempre se han usado en construcción seguirán estando ahí, aunque se les dotará de mejores propiedades, que los hagan más resistentes, más seguros y más baratos. Esto se hará a través de recubrimientos, de revestimientos o de ligeros cambios en su estructura molecular. Todos los expertos coinciden en que el objetivo a perseguir es doble: abaratar los costes de los materiales y conseguir que sean más respetuosos con el medio ambiente. Para ello, el futuro no pasa tanto por la invención de nuevos materiales propiamente dichos, sino por la optimización de los actuales, o bien por la optimización de la forma de fabricarlos.

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